jueves, 19 de julio de 2012

Examen físico del Abdomen

Para poder examinar el ABDOMEN, los primeros que tiene que saber son:

Límites internos de la cavidad abdominal que son:
  por arriba: la cúpula diafragmática
  por debajo: el estrecho superior de la pelvis        
  por detrás: la columna lumbar
  por delante y ambos lados, la pared abdominal propiamente dicha, la cual se encuentra integrada por músculos, aponeurosis, tejido celular subcutáneo y piel.
Límites externos del abdomen son:
  por arriba, el reborde costal, desde la base del apéndice xifoides hasta la séptima vértebra dorsal (D7), la llamada línea toracoabdominal.
  por debajo, se limita externamente por otra línea que se extiende desde las arcadas crurales, pasando por las  crestas iliacas, hasta la cuarta vértebra lumbar (L4), llamada línea abdominopelviana. Este límite inferior es más bien artificial, ya que se debe considerar simultáneamente la cavidad abdominopelviana, la cual es un ovoide de polo mayor diafragmático y polo menor pelviano.
ZONAS DEL ABDOMEN
  Por delante se trazan dos líneas verticales ascendentes que partan del extremo externo de las ramas horizontales del pubis y lleguen hasta los extremos anteriores de las costillas X.
  Se cruzan otras dos líneas horizontales, la superior, que una la costilla X derecha con su homónima izquierda, y la línea horizontal inferior, que se extienda de una a la otra espina iliaca anterosuperior.






Anatomía clínica del abdomen

según escuela anglosajona
      zonas, formadas por verdaderos cuadrantes a expensas del trazado de dos líneas convencionales: una vertical media y otra horizontal, que se cruzan exactamente en el ombligo.
      Epigastrio
      Lóbulo izquierdo del hígado
      Una porción de la cara anterior del estómago con parte del cuerpo, el antro y el píloro
      Epiplón gastrohepático con la arteria hepática, la vena porta y los conductos cístico y colédoco
      Hiatos de Winslow
      Segunda y tercera porciones del duodeno
      Páncreas
      Arteria mesentérica superior
      Plexo solar
      Columna vertebral con la aorta, la vena cava y el conducto torácico.
Hipocondrio derecho
     Lóbulo derecho del hígado
      Fondo de la vesícula biliar
      Parte del colon transverso y          
      ángulo hepático
      Extremidad superior del riñon derecho y cápsula suprarrenal.
Hipocondrio izquierdo
      Lóbulo izquierdo del hígado
      Tuberosidad mayor gástrica
      Cardias
      Epiplón gastrosplénico
      Bazo
      Extremidad superior del riñon izquierdo y cápsula suprarrenal
      Pequeña porción del colon descendente y ángulo esplénico
Asas del yeyuno
      Cola del páncreas.
Mesogastrio o zona umbilical
      Epiplón mayor
      Porción baja gástrica
      Colon transverso

   Asas del intestino delgado    
      Mesenterio
      Cava y aorta.
Flanco izquierdo
      Parte del intestino delgado
      Colon izquierdo.
Flanco derecho
      Parte del intestino delgado                
      Colon derecho.
Hipogastrio
      Epiplón mayor
      Parte del intestino delgado
      Vejiga y uréter
      Útero en la mujer.
Fosa iliaca izquierda
      Sigmoides
      Porción baja del colon descendente
      Asas delgadas
      Genitales en la mujer                                           
      Vasos iliacos
      Psoas.
Fosa iliaca derecha
      Ciego
      Apéndice
      Asas delgadas
      Psoas
      Genitales en la mujer                       
      Uréter
      Vasos iliacos.
El abdomen se debe examinar con la siguiente secuencia
      Inspección
      Auscultación
      Percusión
   Palpación superficial y palpación profunda.
NB. Se ausculta primero, porque la percusión y la palpación pueden alterar los ruidos hidroaéreos intestinales.





Orientaciones Generales
Se usa el diafragma del estetóscopo para auscultar los ruidos intestinales, que habitualmente son de tono alto.Realice siempre primero la palpación superficial y luego la palpación profunda. La percusión y la palpación pueden combinarse Cuando examine un órgano debe hacerlo completamente, por ambos métodos , Ejemplo, cuando examine el hígado, primero percuta sus límites y después pálpelo.
La vejiga del sujeto debe estar vacía. Pídale a la persona que orine, así nos  aseguramos de no confundir una vejiga llena con un embarazo, una tumoración o un quiste. La persona debe estar acostada boca arriba (en decúbito supino o dorsal).
El explorador utilizará una cama, o una mesa, casi rígida, en la que el sujeto tendrá su cuerpo totalmente apoyado, el tórax y la cabeza colocados a un nivel ligeramente superior al abdomen o al mismo nivel.
los brazos extendidos a los lados del cuerpo o cruzados sobre el tórax, y las piernas paralelas, con los miembros inferiores extendidos en ligerísima flexión, para obtener el mayor reposo físico, y por lo tanto, la relajación máxima de la musculatura abdominal
Coloque una pequeña almohada en la cabeza de manera que la sitúe al mismo nivel del tórax y evite la extensión del cuello, pero que no provoque su flexión. Si es posible, coloque otra debajo de las rodillas, para una relajación más completa.
El examinador se debe colocar por el lado derecho, si es derecho, porque muchas de las técnicas especiales del examen se relacionan con el hígado y otras estructuras del lado derecho, y el uso de la mano derecha colocado él de este lado, facilita la maniobra.
Antes de iniciar el examen pregúntele a la persona si hay algún área abdominal en la que sienta molestia o dolor. Estas áreas deben examinarse último.
Si no hay dolor preciso, un método de examen sistemático pudiera ser comenzando por la fosa iliaca izquierda, avanzar en forma de espiral, contrario a las manecillas del reloj, a flanco izquierdo, hipocondrio izquierdo, epigastrio, hipocondrio derecho, flanco derecho, fosa iliaca derecha, hipogastrio, para terminar en la región umbilical y asi, se habrá recorrido en primera instancia todo el abdomen. Otra variante de método sistemático de examen, empleado para la palpación es comenzar a palpar con la mano derecha la fosa iliaca izquierda, se sube también por el vacío o flanco izquierdo al hipocondrio de ese lado y se palpa el epigastrio. Ahora se baja a palpar el mesogastrio, después el otro hipocondrio, luego bajamos por el vacío derecho a la fosa iliaca de ese lado y, finalmente, se palpa el hipogastrio.

ASPECTOS A PRECISAR EN EL EXAMEN Y EN EL
REGISTRO ESCRITO
Inspección:
        Contorno
        Simetría
        Movimientos respiratorios      
        Pulsaciones
        Peristaltismo
        Integridad de la piel
        Masas






Auscultación
        sonidos intestinales (ruidos hidroaéreos)
-sonidos vasculares






Percusión
        tono
        límites de los órganos abdominales.       
Palpación
        tono muscular
        características de los órganos
        sensibilidad
        masas
        pulsaciones,
        acumulación de líquido.

Inspección
El vientre debe estar ampliamente descubierto, pero se deben tapar el pecho y las regiones inguinales, mientras no se estén examinando estas, para evitar molestias y respetar el pudor.
El abdomen debe ser observado de frente y de perfil, para ello se aprovechan todos los ángulos o incidencias de los rayos luminosos sobre la superficie abdominal.
Observe el volumen, la forma, el relieve, la simetría, las masas, las pulsaciones, la integridad de la piel y el patrón respiratorio, cuyos datos deben inspeccionarse, tanto en el orden estático con una completa relajación, como en el orden dinámico, invitando al enfermo a respirar y a moverse en distintas posiciones, buscando en ocasiones, la contractura del abdomen.
Pida al paciente que tosa para evidenciar dolor con la tos y masas que protruyen (hernias), no vistas previamente.
El abdomen normal es simétrico, a cada lado de su línea media. No hay aumentos de volúmenes visibles.
En individuos delgados pueden verse la pulsación de la aorta abdominal en la línea media y los movimientos peristálticos.
No deben haber lesiones de la piel, excepto cicatrices quirúrgicas.
Pueden hallarse estrías, si la piel se ha estirado, como en el embarazo, la obesidad, los tumores abdominales.
La respiración es abdominal en los hombres (el abdomen se levanta y desciende con la respiración),
Los contornos alterados del abdomen son:
1. Distensión generalizada con el ombligo invertido: obesidad, distensión gaseosa,
2. Distensión de la mitad inferior: vejiga distendida, embarazo, masa ovárica.
3. Distensión generalizada con el ombligo evertido: ascitis, tumor, hernia umbilical.

   4. Abdomen excavado: emaciación, reemplazo de la grasa subcutánea con músculo.

Auscultación
Oiga los ruidos intestinales (hidroaéreos) con el diafragma del estetoscopio. No es necesario oír en cada cuadrante, si el tono y la frecuencia son normales. Si los ruidos están hipoactivos o ausentes ausculte cada cuadrante entre uno y dos minutos.
Los ruidos hidroaéreos normales son sonidos de tono alto, borgogeante, de frecuencia regular entre 5-35/min-
  
Percusión
La percusión del abdomen, en general, tiene mucho menos importancia que la palpación. Se realiza con el enfermo acostado boca arriba. Con la percusión se trata de identificar los distintos sonidos abdominales, los que dependen normalmente de la naturaleza más o menos sólida de las vísceras intraabdominales. La técnica seguida es la dígito-digital. Los golpes de percusión se difunden fácilmente en el abdomen, por tanto, se aconseja que se realicen con extrema suavidad.
Percuta sistemáticamente el abdomen en todos sus cuadrantes para evaluar la existencia de sonidos anormales.
El sonido predominante es el timpanismo;
La matidez, se obtiene sobre las masas y los órganos sólidos abdominales.
El sonido timpánico indica gas en el intestino subyacente.
Palpación
El sujeto debe estar acostado con la mayor relajación abdominal posible
La respiración debe ser tranquila y amplia, con el pecho elevado para ayudar a la relajación del abdomen.
El explorador  debe colocarse preferentemente a la derecha del enfermo, sentado a una altura adecuada a la cama o a la camilla, o de pie si el enfermo está de pie. Sus brazos y antebrazos deben formar un ángulo obtuso, no recto ni agudo, ya que en estas últimas posiciones los movimientos de las manos estarían forzados y podrían ocasionar contracturas musculares que !e dificultarían la percepción.
Debe actuar con delicadeza para ganarse la confianza del sujeto y evitar que este se ponga nervioso; sus manos deben tener una temperatura agradable; si fuere necesario podrá calentarlas previamente; las uñas deben estar recortadas. Debe "palpar", no "pinchar" ni hacer presiones molestas o contraproducentes.
Maniobras aplicables en los casos de palpación aparentemente imposible por hipertonía parietal:
Cubrir la piel del abdomen con vaselina o polvo de talco, para facilitar el deslizamiento manual.
Utilizar el método  de Galambos, que consiste en deprimir el abdomen con una mano, a una distancia no mayor que 10 cm de la zona que se quiera explorar con la otra mano
Aplicar anestesia local (Lemaire), o anestesia general.
Realizar la hipnosis del paciente.
Palpación de la pared abdominal o continente (palpación superficial)
Palpe sistemáticamente cada cuadrante o área de toda la pared abdominal con la palpación monomanual, para detectar dolor, espasmo muscular o tumoraciones
palpación superficial monomunual consiste en el uso de una mano, la derecha o la izquierda según el examinador; la palma de la mano se apoya suavemente sobre el abdomen, con los dedos extendidos y unidos, para ejercer una presión suave sobre la pared, con movimientos hacia abajo con la punta de los dedos, tratando de deprimir el abdomen alrededor de 1 cm. Así se recorren las distintas porciones del vientre y se tiene la primera impresión de conjunto. Se puede palpar con la mano, de plano, ayudando con los dedos en un plano oblicuo o de penetración, así como con el borde cubital o radial
Anime al paciente a respirar lenta y profundamente, y a exhalar con la boca abierta, mientras palpa. El abdomen debe sentirse relajado con la espiración. La contracción muscular puede indicar ansiedad. Fíjese además, en la expresión facial del examinado.
Mediante esta operación se capta si existen o no, alteraciones de los distintos planos que integran la pared. Se podrán explorar posibles abovedamientos localizados o masas que, si pertenecen a la pared, persisten al sentarse el enfermo, al inspirar o al elevar su cabeza o sus pies.
Se explora el espesor de la pared pellizcándola con los dedos; se examinan la piel, el tejido celular y aun los músculos, si el enfermo tiene la pared muy delgada.
Debe palparse el músculo rectoabdominal, que comprende dos grandes músculos centrales, a los lados de la línea media y unidos en ella, que se extienden desde el proceso xifoideo hasta la sínfisis del pubis.
Se exploran también los orificios naturales, las posibles soluciones de continuidad de la pared y la línea media abdominal. Palpando la línea media, a veces puede notarse una separación del músculo rectoabdominal, cuando la persona levanta la cabeza, especialmente en obesos o embarazadas. Puede palparse como un surco en la línea media, pero esto no representa un problema signifícante. También en la línea media o a nivel de cicatrices operatorias, se exploran con los dedos y bordes de las manos las posibles eventraciones.
se deben palpar especialmente el ombligo y los orificios en las regiones inguinales, área que con frecuencia se olvida inspeccionar y palpar y que puede acarrear errores diagnósticos costosos.
Si se comprueba que algo sobresale, se detalla a la palpación y se reintegra, si es posible (reducción de hernias), al interior de la cavidad abdominal.
Se palpa el orificio detallando sus caracteres, y se hace toser o pujar al enfermo, para provocar posible salida de órganos a través de los orificios herniarios.
Finalmente se debe explorar en esta etapa de la palpación, la sensibilidad de los tegumentos y el dolor provocado superficial.
La comprobación de las alteraciones de la sensibilidad parietal, se hará mediante tirones suaves o pellizcamiento de la piel, mientras palpa su espesor, o pasando sobre ella un alfiler, borde de la uña, mota de algodón, etcétera. La reacción del paciente puede ser verbal o a través de la expresión facial
Para comprobar si un dolor provocado en la pared depende de algún órgano intracavitario, que el enfermo levante la cabeza o los pies o que proyecte el vientre hacia fuera. En estas circunstancias deben aumentar el dolor y la reacción hipertónica, si estar, determinados por una alteración de la pared abdominal. En todos estos casos de dolor parietal, este autor explora cuidadosamente la columna vertebral y los posibles defectos posturales del sujeto.
Tensión abdominal
Para la exploración de este fenómeno de equilibrio entre la presión intracavitaria determinada por la distensión de las vísceras y la resistencia de la pared que trata de contenerla, se palpa con la mano derecha en distintos sitios del vientre, colocándola de plano y usando los dedos para ejercer cierta presión contra la pared. La mano debe siempre orientarse paralelamente al eje del cuerpo y esta palpación puede hacerse en las distintas posiciones del sujeto examinado: acostado boca arriba, de lado, de pie, etc. Los datos normales varían en las distintas zonas y serán descritos con los datos normales que se obtienen en el examen físico del abdomen.
Palpación visceral, intracavitaria o del contenido (palpación profunda)
La palpación visceral varía según la respiración, de modo que el médico debe conocer la influencia fisiológica de la respiración (movimiento del diafragma y vísceras)
En la inspiración, el diafragma baja, la presión intraabdominal aumenta y se dificulta la palpación. En la espiración, sucede todo lo contrario, la palpación es más fácil y aprovechable. Las vísceras se deslizan debajo de los dedos en los movimientos respiratorios, si el tipo respiratorio es el costoabdominal, el cual debe procurarse siempre, ya que es el más adecuado. A veces conviene hacer respirar al enfermo profundamente para provocar el descenso, por ejemplo, del hígado en la inspiración y proyectar más este órgano en el abdomen. Como se ve, el examinador puede hacer variar la respiración según le interese, para una mejor palpación visceral.
La palpación visceral o intracavitaria, se puede realizar con una mano (monomanual) o con las dos manos (bimanual). 
Tipos de palpación bimanual
1. Con los dedos índices en contacto.
2. Con las manos superpuestas,
3. Anteroposterior o de peloteo.
4. Con la maniobra de deslizamiento, desnivel o arrastre.
En la palpación bimanual con los dedos índices en contacto es preferible que diverjan las manos en sus bases, para aprovechar los pulpejos de los dedos con mayor soltura.  Las manos deben tener cierto grado de oblicuidad (una doble oblicuidad), sobre el abdomen para ganar la profundidad necesaria en la palpación de las vísceras al practicar el deslizamiento.
La palpación bimanual con las manos superpuestas tiene como objetivo vencer cierta resistencia de la pared, aunque en realidad se palpa con una sola mano, la de abajo.
La palpación bimanual anteroposterior o de peloteo, usada por Chauffard, es aplicable más bien a los vacíos. Con esta palpación, la mano que está detrás empuja hacia delante las visceras ofreciéndolas a la mano que palpa. En todos estos tipos de palpación, los dedos desempeñan un papel fundamental; se deben manejar con soltura, no fijarlos en posición forzada, de flexión o de una verdadera garra que es perjudicial en una buena palpación. A su vez, se deben aprovechar dos, tres o hasta cuatro dedos de cada mano.
la maniobra de deslizamiento de los dedos sobre los órganos, la que se facilita arrastrando la piel por encima de ,la punta de los dedos para dejar allí plegado el excedente de piel. De este modo se profundiza de arriba abajo; se aprovechan los movimientos respiratorios y así los dedos al deslizarse, palpan los segmentos deseados y aprecian las posibles alteraciones.
Esta maniobra se utiliza fundamentalmente para la palpación del hígado y el bazo, que están situados más superficialmente y por debajo y en contacto con el diafragma.
Los objetivos fundamentales de la palpación profunda, o mejor, intracavitaria, son la valoración de masas palpables y la existencia o no de dolor, no detectado previamente con la palpación superficial.
Masas palpables. Aunque no es normal el hallazgo de masas palpables, si se encuentran, debe evaluarse su localización, tamaño, forma, consistencia y movilidad. La localización debe abarcar, además, si la masa está situada en la pared abdominal o está dentro de la cavidad abdominal.
Las estructuras abdominales que comúnmente se mal interpretan como masas anormales incluyen la aorta, el músculo rectoabdominal, el colon lleno de heces, el promontorio sacro en las personas delgadas con una palpación demasiado profunda y la sínfisis del pubis, en los obesos con abdomen redundante. Las heces se palpan usualmente como una estructura tubular, en oposición a una estructura redondeada de una masa anormal.
Dolor
el abdomen no es normalmente doloroso, algunas personas refieren dolor en la palpación profunda, especialmente sobre la aorta abdominal, el ciego y el colon sigmoides.  Si la persona manifiesta dolor abdominal desde el inicio, se explora también el dolor de rebote deprimiendo el abdomen y rápidamente retirando sus dedos hacia arriba.  El dolor de rebote puede indicar inflamación del peritoneo.

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